EN LAS MANOS DE DIOS

No sabemos si Dios existe, pero si eso fuera cierto, no creo que disfrute teniendo en sus manos a semejante e infecto ser.
Aunque debemos compadecer, siendo políticamente correctos, a un pobre anciano de 91 años, diabético y con sobrepeso, ¡NO ME DA LA GANA!
No quiero que Pinochet muera, todavía. Deseo que ese mal bicho se pudra en su miseria, en el dolor, en la agonía, durante más tiempo, como Franco, como Mao, como Stalin.
Y que después de haber padecido una parte pequeña de lo que él hizo padecer a Allende, a Jara, a Letelier, y a tantos y tantos miles de personas, entonces sí, que se vaya a las manos de Dios, y allí se quede con su amigo Wojtyla.
Hay veces en que no debe ser muy divertido ser Dios, creo que esta es una de ellas...
3 Comments:
En ocasiones como ésta, a una le gustaría creer en el Purgatorio, el Infierno y el Juicio Final, para que gentuza como este tipejo inmundo fueran directamente a cada uno de ellos.
Morirá en la cama que no tuvieron los miles de miles de seres humanos a los que él mató.
Qué asco.
Miguel, ¿sigue en pie eso de mudarse a Marte? Pues hazme un hueco para ir contigo...
Espero que en estas horas de agonía vayan visitándole, como si de de un besamanos se tratase, una a una todas sus víctimas asesinadas y familiares de esas víctimas. Y ya que no se pudo en su momento, que pasen también las de todas las dictaduras incluída la de Patxi... Un lento recorrido de todas esas personas que no han tenido justicia, que le den la bienvenida al cielo o que le terminen de dar la patada en el culo hacia la nada.
Dios no creo que quiera recibirle en estos momentos, tiene la agenda llena para atender a la gente de bien que es mucho más importante
"bienvenida al cielo" léase con toda la mala leche e ironía que puedan, claro.
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