martes, agosto 07, 2007

LA JOVEN GUARDIA



Somos la joven guardia
que va forjando el porvenir.
Nos templó la miseria,
sabremos vencer o morir.
Noble es la causa de librar
al hombre de su esclavitud.
Quizá el caminó hay que regar
con sangre de la juventud.


Mientras siga existiendo una sola persona para la que el bien común sea superior a su propio bien, seguirá vivo el ideal que alentó a toda una generación a luchar por lo que creían que era justo.

Generosa juventud, idealista, noble, una generación única, pérdida, asesinada, exiliada. En casa quedaron los emboscados, los acomodaticios, la hez, los que medraron a los pechos del fascismo y ahí siguen, con pendientes de perlas y trajes sastre, caras de bobos y jaleando a líderes que ya eran viejos antes de nacer, que nunca sintieron el pellizco en el alma de la necesidad de vivir y morir poniendo su orgullo en algún sitio.

Que irreparable pérdida para nuestro país, para nuestro mundo, que no se nos olvide jamás que en esa lucha dimos lo mejor de nosotros, nos costó nuestro más preciado bien, nuestra juventud dorada, nuestra joven guardia.

Afortunadamente pude comprobar el pasado domingo 5 de agosto, en el Homenaje a las Trece Rosas, que hay una nueva generación lista para el relevo, que no se conforman, que no se callan, que alzan su voz contra la guerra, contra los facinerosos, los que hunden barcos y nos llenan el futuro de txapapote, contra los que trotan con obispos y falangistas, contra esos hay relevo, podéis descansar gloriosos camaradas, que mis amigos, mis jóvenes amigos ahí están:

Siempre en guardia,
siempre en guardia,
joven guardia...