EL CERDITO VALIENTE
El obispo de Huesca-Jaca, Jesús Sanz Montes, ha decicido que no hay nada mejor que una buena dieta a base de bilis y mentiras para reducir su oronda figura de cerdo cebado. Y este pasado domingo se ha puesto a ello.
En su homilía pastoral, es decir lo que vomita su hociquito porcino los domingos, ha derrochado su malidencia, su agria maldad de preboste de una religión nacida fraudulenta y que morirá de gangrena y pus.
El obeso servidor de Cristo, cuya obesidad por cierto pagamos todos, ha acusado al gobierno de traidor y de que no querer aclarar lo que verdaderamente ocurrió el 11-M.
Entre otras muchas lindezas, digno sucesor del cardenal Gomá, amigo de asesinos, que bendecía cañones para que trajeran la luz del evangelio a golpe de rojo destripado, como que han desvirtuado el verdadero signifacado del perdón. Que sabrán ellos de perdón ni de nada, si solo han hecho durante todos estos siglos que fastidiar el mundo, dándole su etapa más oscura.
¿Hasta cuando abusarán de nuestra paciencia?¿Hasta cuando se les permitirá todo a estos cerdos infames?¿Qué les debe el gobierno que no pone bozal a esta caterva de perros rabiosos?¿Cuándo un estado laico?.
Que este cerdo se pague su propio pienso compuesto y entonces que vomite lo que quiera, mientras que se lo paguemos nosotros, que tenga la decencia de estar callado y no soltar más gruñidos, o que su dueño no le saque de la cochiquera más de lo necesario...
En su homilía pastoral, es decir lo que vomita su hociquito porcino los domingos, ha derrochado su malidencia, su agria maldad de preboste de una religión nacida fraudulenta y que morirá de gangrena y pus.
El obeso servidor de Cristo, cuya obesidad por cierto pagamos todos, ha acusado al gobierno de traidor y de que no querer aclarar lo que verdaderamente ocurrió el 11-M.
Entre otras muchas lindezas, digno sucesor del cardenal Gomá, amigo de asesinos, que bendecía cañones para que trajeran la luz del evangelio a golpe de rojo destripado, como que han desvirtuado el verdadero signifacado del perdón. Que sabrán ellos de perdón ni de nada, si solo han hecho durante todos estos siglos que fastidiar el mundo, dándole su etapa más oscura.
¿Hasta cuando abusarán de nuestra paciencia?¿Hasta cuando se les permitirá todo a estos cerdos infames?¿Qué les debe el gobierno que no pone bozal a esta caterva de perros rabiosos?¿Cuándo un estado laico?.
Que este cerdo se pague su propio pienso compuesto y entonces que vomite lo que quiera, mientras que se lo paguemos nosotros, que tenga la decencia de estar callado y no soltar más gruñidos, o que su dueño no le saque de la cochiquera más de lo necesario...