viernes, marzo 21, 2008

ZAPATOS DE VALS

Las procesiones de semana santa a la española son un rancio vestigio de la Contrarreforma, todo oropel, todo exceso y nada de espiritualidad, como el Barroco en el que nacieron.

Por eso los mohínes y pucheros de tanto descerebrado cuando la lluvia impide que luzcan ante miles de personas su inexistente fe disfrazados de Gran Brujo del KuKuxKlan.

Las procesiones, aunque la Iglesia las apunta en su haber, son solo la demostración de que el cristianismo es una religión muerta a la que solo quedan ya los ceremoniales y los ornamentos, como ocurrió cuando la razón y la lógica mataron a Zeus y a todos los habitantes del Olimpo, pero seguía habiendo multitudinarias procesiones de las Panateneas y la participación en los ritos órficos era masiva.

¿Qué harían en España tanto lloroso costalero, tanta afligida saetera, tanto capirote si por fin la religión católica dejara de ser una obscena exhibición y quedara reservada al ámbito privado?.

Sin duda que la vida para tanto descerebrado sería mucho más aburrida. En un informativo televisivo del jueves santo entrevistaban a unas jovencitas que participaban en la procesión de las damas de no sé que virgen, pura eso sí, de Zamora. Con el más puro acento ósea, porqué va a haber solo pijos en Serrano, describían su atuendo para tan espiritual acto, compuesto por vestido negro, mantilla, peineta y zapatos de vals, sí, ya sabes, afirmaban, los de tacón, los de las puestas (de largo nos imaginamos).

Esta es la fe profunda y la alta espiritualidad por las que sacan pecho y dineros los obispos, esta es la España profunda que en estos días se vuelva más negra, nauseabunda y atorrante, poblada de miles de seres que lloran cuando les enfoca la cámara y se desgañitan con vivas a ese panteón politeísta de infinitas virgenes de cero valor artístico, doradas, abigarradas y horrendas.

Y aún algún prelado preclaro e iluminado deja caer como lo más insólito del mundo que debe haber algún laicista que, fíjate el horror, si pudiera prohibiría las procesiones de semana santa.

Sí, sería una tragedia que las damas nobles de Zamora no pudieran taconear ante una virgen con sus zapatos de vals...